Los edificios europeos podrían ser la respuesta

Muchos consideran que la reforma de elementos del sector de la construcción europeo es el "Santo Grial" en la búsqueda de la neutralidad de carbono para 2050. Gran parte del enfoque se centra en mejorar la eficiencia energética de los edificios europeos con más electrificación y digitalización.

La electrificación de todo.

La electricidad se considera el mejor camino hacia la descarbonización. La participación de la electricidad en el uso total de energía debe duplicarse para 2050, con una electrificación sustancial del transporte y el calor. De esa manera, las energías renovables representarían dos tercios del consumo de energía y el 85% de la generación de energía.[1]. Junto con la eficiencia energética, esto acelerará la transición hacia la energía verde en Europa.

Pero dado que el 75 % del parque de edificios de Europa se considera ineficiente y ahora existen objetivos para reducir la calefacción alimentada por combustibles fósiles en un 75 %, cumplir el desafío de la descarbonización de Europa sigue siendo desalentador.

Afortunadamente, los sistemas eléctricos interconectados digitalmente de hoy utilizan datos e interoperabilidad para eliminar el desperdicio y ahorrar costos. Los estudios muestran que la electrificación es consistentemente la solución de menor costo para reducir las emisiones de carbono en los edificios. Los edificios que utilizan la tecnología Electricity 4.0 para monitorear el uso de energía, controlarlo mejor. Los edificios del futuro totalmente eléctricos y totalmente digitales se sitúan en la frontera de la innovación con bajas emisiones de carbono en el transporte, la calefacción y la refrigeración, y crean un puente tecnológico entre nuestros mundos digital y físico.

El

Propuestas efectivas de regulación de la construcción de la UE

Paralelamente, los mercados inmobiliarios y de edificios de Europa, que han mostrado pocos cambios en los últimos dos siglos, deberán adaptarse. La disrupción fundamental y una cadena de valor mejor estructurada deberían impulsar a todos los actores del mercado a prepararse y crear incentivos ambiciosos para hacerlo.

El paquete Fit for 55 presentado por la Comisión Europea en julio pasado propone una gama de medidas de descarbonización legalmente vinculantes, incluida la renovación acelerada de edificios.

Aunque las negociaciones de políticas ya están en marcha, es posible que el nuevo marco solo se finalice en dos o tres años. Y a pesar de los repetidos llamamientos de que los edificios (y el transporte) europeos son las dos prioridades para abordar con urgencia esta década, los países de la UE pueden relajar las propuestas más tarde, ya que se centran en cuestiones a más corto plazo.

Hace cinco años, cuando la Comisión Europea propuso objetivos obligatorios para el despliegue de estaciones de carga de vehículos eléctricos, muchos Estados miembros optaron por trasladar lo que parecía ser un problema para el futuro. Ahora, la UE se enfrenta a un déficit de capacidad de carga y solo tres Estados miembros poseen el 70 % de las estaciones de carga de vehículos eléctricos.

Las propuestas tampoco pueden verse como opcionales, para que los Estados miembros elijan y elijan. Sería prudente que los formuladores de políticas acordaran solo algunos principios que tienen más posibilidades de ser implementados ampliamente en toda Europa, tales como:

  • Normas mínimas obligatorias de rendimiento energético para las construcciones existentes, en particular los edificios privados no residenciales que están maduros para la innovación y que ofrecen mayores rendimientos potenciales.
  • Extender el Régimen de Comercio de Emisiones (ETS) de Europa para cubrir el sector de los edificios como un objetivo de segundo nivel, para apoyar el uso de estándares mínimos obligatorios de rendimiento energético en Europa mientras se minimiza el impacto social.
  • Reformar los certificados de rendimiento energético para que actúen como indicadores de mercado efectivos que ayuden a todo tipo de inversores a establecer y alcanzar un rendimiento de construcción ambicioso.
  • Garantizar que las soluciones de eficiencia energética activa ─ la gestión eficaz del uso de la energía ─ se consideren en pie de igualdad con las soluciones de rendimiento térmico en los edificios.

Remodelación de la industria de la edificación y la construcción

La cadena de valor de la construcción fragmentada de hoy también requiere una reorganización urgente, nuevas habilidades e iniciativas para garantizar que pueda cumplir con el desafío de modernización de la UE. La Comisión Europea lanzó recientemente el camino de transición hacia un ecosistema de construcción resistente, más verde y más digital.

Transformar este sector ya no puede ser una ambición esquiva sino una de las prioridades estratégicas de la política industrial europea. La cadena de valor de la edificación y la construcción debería ser comparable (en términos de importancia política) a la de los microchips, el hidrógeno y las baterías. No subestimemos la importancia y la urgencia de transformar y descarbonizar el sector de la construcción en Europa.

[1] https://www.irena.org/-/media/Files/IRENA/Agency/Publication/2018/Apr/IRENA_Report_GET_2018.pdf

[1] Agencia Internacional de Energías Renovables, Global Energy Transformation: A Roadmap to 2050

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